La proctitis es una inflamación de la mucosa rectal que se encuentra en enfermedades inflamatorias intestinales, fundamentalmente la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Otras causas no asociadas de proctitis no inflamatoria son la asociada a radiación, la isquémica, síndrome de úlcera rectal solitaria, síndrome de Behcet y la proctitis de origen infeccioso.
Proctitis por Radiacion
Los rayos X fueron descubiertos por el físico alemán Wilhelm Conrad Röntgen. Röntgen hizo este descubrimiento de manera accidental el 8 de noviembre de 1895, mientras realizaba experimentos con tubos de rayos catódicos en su laboratorio. Observó que un papel recubierto con una sustancia fluorescente cercana al tubo comenzó a brillar incluso cuando estaba a cierta distancia. Después de realizar más investigaciones, Röntgen descubrió que estos rayos desconocidos podían penetrar objetos opacos, como el papel, pero dejaban sombras de objetos más densos.
Llamó a estos rayos “rayos X” debido a su naturaleza desconocida. El descubrimiento de los rayos X tuvo un impacto significativo en la medicina y la investigación científica, y Röntgen fue galardonado con el primer Premio Nobel de Física en 1901 por este logro.
- Entre el 5-10% de los pacientes que reciben radioterapia desarrollan daño de la mucosa rectal
- La endarteritis de los vasos produce isquemia mucosa crónica y neovascularización (telangiectasias)
- Colonoscopia: mucosa pálida con múltiples lesiones tipo Angiodisplasia
- La radioterapia utiliza agentes radioactivos con el objetivo de detener la división celular de las células neoplásicas
La angiectasia o angiodisplasia significa un vaso dilatado y la telangiectasia es la lesión que resulta de la dilatación de la región terminal de un vaso
Algunas de las razones por las cuales se produce la proctitis actínica incluyen:
- Daño a las células del revestimiento intestinal: La radiación actínica daña las células en la mucosa del intestino, incluido el recto. Este daño puede provocar una respuesta inflamatoria en el área afectada.
- Inflamación vascular: La radiación también puede dañar los vasos sanguíneos en la zona irradiada, lo que contribuye a la inflamación y la lesión tisular.
- Cambios en la permeabilidad intestinal: La radiación puede afectar la barrera protectora del intestino, aumentando la permeabilidad y permitiendo que sustancias irritantes lleguen a las capas más profundas del tejido, lo que contribuye a la inflamación.
La proctitis por radiación es una inflamación del recto causada por la radioterapia dirigida a la pelvis, generalmente como parte del tratamiento para el cáncer pélvico. Los síntomas de la proctitis por radiación pueden variar en gravedad y pueden incluir:
- Dolor rectal: Muchas personas experimentan dolor o malestar en el área rectal. Este dolor puede ser leve a intenso y a menudo se describe como una sensación de quemazón.
- Urgencia para defecar: Puede haber una sensación urgente de necesitar evacuar el intestino, incluso si la cantidad de heces es pequeña.
- Diarrea: La proctitis por radiación a menudo se asocia con diarrea. La diarrea puede variar en gravedad y puede ser intermitente o persistente.
- Sangrado rectal o rectorragia: Algunas personas pueden experimentar sangrado rectal, que puede manifestarse como sangre en las heces o en el papel higiénico después de evacuar.
- Mucosidad rectal: Puede haber secreción de mucosidad del recto.
- Incomodidad durante las evacuaciones intestinales: Las personas afectadas pueden experimentar incomodidad o dolor durante las evacuaciones intestinales.
El tenesmo rectal es una sensación dolorosa y persistente de necesidad de evacuar el intestino, aunque no haya una cantidad significativa de heces en el recto. Es una sensación de urgencia rectal acompañada de esfuerzos ineficaces para defecar. A menudo se describe como una sensación de “doloroso deseo de evacuar” y puede ir acompañado de contracciones espasmódicas en los músculos del recto.
La proctitis por radiación es una complicación que puede ocurrir después de la radioterapia en el área pélvica, especialmente cuando se administra como parte del tratamiento del cáncer de próstata, recto, vejiga o ginecológico.
La proctitis por radiación puede clasificarse en dos categorías: aguda y crónica, según la aparición y duración de los síntomas. Las diferencias entre la proctitis por radiación aguda y crónica son las siguientes:
Proctitis por radiación aguda:
Aparición: La proctitis por radiación aguda ocurre durante o poco después del tratamiento de radioterapia.
Duración: Los síntomas agudos generalmente se desarrollan dentro de las primeras semanas o meses de la radioterapia y tienden a resolverse dentro de los tres meses posteriores al final del tratamiento.
Síntomas: Los síntomas agudos pueden incluir diarrea, urgencia para defecar, tenesmo (sensación de necesidad de defecar incluso cuando el recto está vacío), dolor rectal, sangrado rectal y molestias rectales. Estos síntomas suelen ser temporales y pueden variar en gravedad.
Proctitis por radiación crónica:
Aparición: La proctitis por radiación crónica se desarrolla meses o años después de la radioterapia.
Duración: Los síntomas crónicos pueden persistir durante meses o incluso años después del tratamiento de radioterapia.
Síntomas: Los síntomas crónicos pueden incluir diarrea persistente o recurrente, dolor rectal crónico, sangrado rectal, estreñimiento, incontinencia fecal, estenosis (estrechamiento) del recto y úlceras rectales. Estos síntomas suelen ser más persistentes y pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida del paciente.
La proctitis por radiación crónica generalmente se considera una complicación tardía de la radioterapia, y puede ser más difícil de tratar y controlar en comparación con la proctitis aguda. El tratamiento de la proctitis crónica puede incluir medicamentos para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.
Existen varios factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar proctitis por radiación. Estos factores incluyen:
Dosificación de radiación: Cuanto mayor sea la dosis de radiación administrada al área pélvica, mayor será el riesgo de desarrollar proctitis por radiación. La probabilidad de desarrollar proctitis aumenta con dosis más altas y tratamientos prolongados.
Tamaño del área tratada: El riesgo de proctitis por radiación aumenta si un área grande del recto está expuesta a la radiación. Si el área tratada incluye una porción significativa del recto, hay un mayor riesgo de desarrollar proctitis.
Fraccionamiento de la radioterapia: La radioterapia se administra generalmente en dosis fraccionadas durante un período de tiempo, lo que significa que se divide en varias sesiones más pequeñas. Si el fraccionamiento de la radioterapia es inadecuado o si las sesiones de radiación se administran demasiado cerca una de otra, puede aumentar el riesgo de desarrollar proctitis.
Técnica de radioterapia: La técnica utilizada para administrar la radioterapia también puede influir en el riesgo de proctitis por radiación. Las técnicas modernas de radioterapia, como la radioterapia de intensidad modulada (IMRT) o la radioterapia de haz externo en arco (VMAT), pueden ayudar a reducir la exposición del recto a la radiación y disminuir el riesgo de proctitis.
Factores individuales: Algunos pacientes pueden tener una mayor susceptibilidad a los efectos adversos de la radiación en el recto debido a factores individuales, como la presencia de enfermedades intestinales previas, la edad avanzada, la presencia de comorbilidades o la genética.
La proctitis por radiación se clasifica generalmente en diferentes grados o etapas, dependiendo de la gravedad de los síntomas y los hallazgos endoscópicos. La clasificación más comúnmente utilizada es la clasificación de la Toxicidad Aguda de Radiación del Grupo de Oncología del Sudeste (RTOG, por sus siglas en inglés). Esta clasificación define cuatro grados de proctitis por radiación:
Grado 1: La proctitis de grado 1 es leve y generalmente presenta síntomas leves, como molestias rectales, tenesmo o sangrado rectal mínimo. La mucosa rectal puede mostrar enrojecimiento o inflamación leve.
Grado 2: La proctitis de grado 2 se considera moderada y se caracteriza por síntomas más significativos, como diarrea, dolor rectal, urgencia para defecar y sangrado rectal más pronunciado. La mucosa rectal puede mostrar inflamación más marcada, úlceras superficiales y mayor pérdida de sangre.
Grado 3: La proctitis de grado 3 es severa y puede presentar síntomas graves, como diarrea severa, dolor rectal intenso, sangrado rectal significativo y necesidad de medicamentos para controlar los síntomas. La mucosa rectal puede mostrar úlceras profundas, sangrado intenso y estenosis (estrechamiento) del recto.
Grado 4: La proctitis de grado 4 es una complicación muy grave y se caracteriza por complicaciones potencialmente mortales, como perforación rectal, fístulas (conexiones anormales entre órganos) o necrosis (muerte de tejido) del recto. Este grado es muy raro.
Tratamiento
Tratamiento Medico:
Formaldehído:
En el tratamiento de la proctitis por radiación, el formaldehído se utiliza en un procedimiento llamado inyección de formalina. La inyección de formalina es un tratamiento endoscópico que se utiliza para controlar el sangrado y la inflamación en el área afectada del recto.
Durante el procedimiento, se introduce una solución diluida de formaldehído en el revestimiento del recto utilizando una inyección endoscópica. El formaldehído tiene propiedades astringentes y cauterizantes, lo que significa que puede contraer los vasos sanguíneos y sellarlos, reduciendo así el sangrado. También puede ayudar a reducir la inflamación y promover la curación de las lesiones en el revestimiento del recto.
La inyección de formalina se utiliza generalmente en casos de sangrado rectal persistente y refractario a otros tratamientos conservadores. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este procedimiento puede tener efectos secundarios y complicaciones potenciales, como dolor rectal, estenosis rectal (estrechamiento) o ulceración.
Como se clasifica la proctitis actínica o por radiación? Se clasifica en aguda o crónica. La aguda tiene una duración menor a 3 meses, la crónica tiene una duración mayor o igual a 3 meses Cuales son los factores de riesgo para el desarrollo de proctitis por radiacion? Los pacientes diabéticos, hipertensos, fumadores, con enfermedad inflamatoria intestinal y con enfermedades autoinmunes (Lupus, Artritis y Esclerodermia) tienen un mayor riesgo de desarrollar proctitis por radiacion. Tiene alguna relación la proctitis con la dosis de radiación? Se ha demostrado que dosis por encima de 70 Gy están relacionadas con daño a largo plazo Puede la edad ser un factor predictor de la proctitis actínica o por radiación? Se ha demostrado que los pacientes menores de 60 años tienen mayor susceptibilidad de desarrollar proctitis actínica. Puede la proctitis actínica producir incontinencia fecal? Si, la proctitis actínica tanto aguda como crónica puede producir incontinencia fecal. Que es el estreñimiento paradójico? El estreñimiento paradójico, también conocido como obstrucción defecatoria funcional, es un trastorno en el que una persona experimenta dificultad para evacuar las heces, a pesar de tener movimientos intestinales regulares y sin obstrucción física evidente. Que es el tenesmo y cómo se relaciona a la proctitis? El tenesmo es una sensación incómoda y persistente de necesidad de defecar o de vaciar los intestinos, a pesar de que no hay una cantidad significativa de heces presentes en el recto. Es una sensación de esfuerzo o urgencia para evacuar, aunque la evacuación real puede ser difícil o insatisfactoria. La proctitis puede causar síntomas como dolor rectal, sangrado, secreción mucosa y tenesmo. La inflamación en el recto puede irritar los nervios y los tejidos circundantes, lo que puede generar la sensación de urgencia y tenesmo. El tenesmo en la proctitis a menudo se describe como una necesidad constante de defecar, incluso después de haber evacuado el intestino. Qué indicación tiene la crioterapia para el tratamiento de la proctitis actínica? La crioterapia se puede utilizar en el caso de proctitis actínica refractaria a otros tipos de tratamiento.
Proctitis Infecciosa
En los últimos años se aprecia un aumento en la incidencia de infecciones de transmisión sexual en particular aquellas causadas por Chlamydia Trachomatis, Neisseria Gonorrhoeae y Treponema Pallidum. En cerca de la mitad de los casos no se logra identificar el agente productor de la enfermedad y en ocasiones la proctitis puede ser causada por más de 2 patógenos (10% de los casos).
Los grupos de riesgo están representados por pacientes con Síndrome de Inmunodeficiencia Humana y con múltiples parejas sexuales