Las hepatopatías crónicas representan una de las principales causas de morbilidad y mortalidad a nivel mundial. En este trabajo publicado por Kim y colaboradores en Clinical Gastroenterology and Hepatology del 2017 se concluye que el uso de estatinas en pacientes con cirrosis produce disminución del 46% del riesgo de descompensación y un 46% de la mortalidad. En pacientes con hepatopatía crónica sin cirrosis el uso de estatinas estuvo asociado con disminución no significativa del riesgo de desarrollar cirrosis y progresión de la fibrosis. En tres estudios randomizados el uso de estatinas estuvo asociado a una disminución del 27% de riesgo de sangramiento variceal o desarrollo de hipertensión portal.

Estatinas y riesgo de Cirrosis y Fibrosis

Estatinas y riesgo de descompensación de la Cirrosis

Estatinas y riesgo de Mortalidad

Estatinas y riesgo de progresión de la hipertensión portal
Estudios previos han planteado la posibilidad de que las estatinas disminuyen la incidencia de carcinoma hepatocelular en pacientes con cirrosis. Las estatinas tienen efectos vasodilatadores debido a que aumentan la producción de óxido nítrico lo cual mejora la función endotelial y produce efectos vasodilatadores según estudios realizados con Simvastatina. Las estatinas poseen además efectos antiinflamatorios y antifibróticos en los hepatocitos. Hay que determinar si estos efectos son similares para los diferentes tipos de estatinas y si dependen de la duración del tratamiento.