• Los hábitos representan el interés compuesto de nuestro desarrollo personal. Si mejoramos al menos el 1% cada día esto se refleja de forma positiva a largo plazo. Los hábitos pueden trabajar a favor o en contra, todo depende de nosotros mismos. Los pequeños cambios son de gran importancia, solo se necesita paciencia, lo importante es el proceso no el objetivo.
  • Para lograr la mejor versión de nosotros mismos se debe cambiar nuestras creencias y nuestra identidad, los hábitos nos ayudan a convertirnos en quien realmente queremos ser.
  • Una vez que los hábitos se hacen automáticos, el cerebro no presta atención a lo que hacemos. Es importante que los hábitos sean atractivos para que estimulen nuestro sistema nervioso (aumenten producción de Dopamina).
  • Por naturaleza intentamos imitar los hábitos de nuestro entorno más cercano (familia y amigos), nuestra comunidad y las personas que más admiramos. Por lo tanto, debemos rodearnos de personas pro activas que estimulen las actividades que más disfrutamos.
  • Es fundamental que el hábito sea fácil de practicar, lo importante es iniciar la acción para lograr habituarnos a ella. Al mejorar el entorno que nos rodea estimulamos nuestra capacidad para crear hábitos.
  • No se puede mejorar un hábito que no se tiene, para ello es importante que dediquemos el menor tiempo posible para comenzar a desarrollarlo, lo demás viene por añadidura. Se repite lo que nos satisface, lo que sentimos que nos genera progreso, proponerse a no perder 2 días seguidos a no ser que sea por causa mayor es la clave.
  • Se deben crear hábitos que estimulen nuestras habilidades naturales, mantenerse en la carrera a pesar de que las circunstancias no sean todo lo favorable que aspiramos, buscar motivación e imponerse retos.
  • Se debe siempre crear nuevos retos, la repetición de una actividad hace que perdamos conciencia de lo que hacemos y cometamos errores. Nunca te detengas, siempre busca mejorar, el cielo es el límite.