La sardina (Sardina pilchardus) de la familia de los clupeidos, es un pez de cuerpo alargado, esbelto, azulado o verdoso en la espalda, con flancos o lomos recorridos por una banda longitudinal azul brillante.

La sardina es un pescado errático, gregario, forma grandes bancos o cardúmenes, y busca siempre aguas cálidas de alta salinidad. Se localiza en aguas costeras durante la época de reproducción (primavera) y en aguas profundas de noviembre a marzo.

La sardina pertenece al grupo de pescados azules ya que posee una elevada proporción de grasa en su carne que está próximo al 8 % de su porción comestible (esto varía de acuerdo a la época de captura).

El aporte de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 por una ración, casi cubre el 100% de los objetivos nutricionales recomendados para la ingesta diaria de la población.

Debido a sus propiedades antiinflamatorias se ha demostrado que el consumo de omega-3 disminuye la prevalencia de Artritis Reumatoidea.

El consumo de pescado está asociado a la mejoría de dos marcadores importantes de riesgo cardiovascular: Triglicéridos y niveles de HDL colesterol.

Triglicéridos

 

Colesterol HDL

Las proteínas, de alto valor biológico, suponen una significativa contribución a la ingesta diaria de las mismas.

En relación a los minerales, el fósforo es el oligoelemento mayoritario (una ración de sardinas cubre el 93% de la ingesta diaria recomendada).

Las sardinas son fuentes de selenio que es un mineral que contribuye al mantenimiento de las uñas y el cabello.

Entre las vitaminas se encuentran algunas del grupo B como la B12,B6, niacina y riboflavina

Contienen cantidades significativas de vitamina D, la cual contribuye a la absorcion y utilizacion normal de calcio y fosforo.