• EXISTEN DOS MANERAS QUE NUESTRO ORGANISMO ALMACENA ENERGÍA: EN FORMA DE GLUCÓGENO Y COMO GRASA CORPORAL.
  • CUANDO COMEMOS SE OBTIENE ENERGÍA A PARTIR DE TRES FUENTES PRINCIPALES: GLUCOSA (CARBOHIDRATOS), LIPIDOS Y PROTEINAS. SOLO LA GLUCOSA Y LOS LÍPIDOS SE PUEDEN ALMACENAR, LAS PROTEÍNAS NO.
  • LA GLUCOSA SE ALMACENA EN EL HÍGADO EN FORMA DE GLUCÓGENO, SIN EMBARGO, ESTA CAPACIDAD ESTA LIMITADA POR LO QUE EL EXCESO DE CALORÍAS SE DEPOSITA EN FORMA DE GRASAS.
  • EL CUERPO PREFIERE UTILIZAR GLUCÓGENO COMO PRINCIPAL FUENTE DE ENERGÍA EN LUGAR DE LAS GRASAS.
  • LA INSULINA DESEMPEÑA UN PAPEL FUNDAMENTAL TANTO EN LA PERDIDA COMO EN LA GANANCIA DE PESO (ACTÚA COMO UN FISCAL DE TRANSITO).
  • EN AYUNAS LOS NIVELES DE INSULINA SON BAJOS EL CUERPO QUEMA GRASA EN LUGAR DEL GLUCÓGENO. SI LOS NIVELES DE INSULINA SON EXCESIVAMENTE BAJOS COMO EL CASO DE LA DIABETES TIPO I LA GRASA SE CONSUME DE FORMA CONTINUA Y SE PIERDE PESO.
  • NIVELES ELEVADOS DE INSULINA NO PERMITEN QUE EL CUERPO QUEME GRASA, SE INHIBE LA LIPÓLISIS, SE ALMACENA ENERGÍA Y SE PRODUCE AUMENTO DE PESO.
  • LA PERDIDA DE PESO QUE SE ACOMPAÑA CON NIVELES ELEVADOS DE INSULINA (RESISTENCIA A LA INSULINA) PRODUCE DISMINUCIÓN DEL METABOLISMO Y AUMENTO DEL APETITO (CIRCULO VICIOSO). POR ESTA RAZÓN SE PRODUCE EL EFECTO REBOTE EN PACIENTES OBESOS SOMETIDOS A DIETA.
  • EN CONCLUSIÓN: PARA TRATAR LA OBESIDAD HAY QUE DISMINUIR LOS NIVELES DE INSULINA.